← Volver a la página anterior

Historias de descubrimiento

... El lanzador de Arbaz ...

Ursule Carroz RCL Arbaz et Grimisut, Editions A la Carte

En la época de nuestros bisabuelos vivían Arbaz una mujer que todo el mundo teme, porque podría la molestia personas y animales. Incluso se afirma que fue parte de la chenegouda.

Una tarde,, en el tiempo de riego, cuando el ganado empujones en la fuente, esta mujer ocurrió. Se puso de pie en el temor de una hermosa vaca marrón detenido antes de la cuenca. « Quelle magnifique bête ! » . elle, acariciando la mano de la columna vertebral de los animales. Entonces, dirigiéndose a la persona que ella supone que es el dueño de la vaca en cuestión: "Ella es suya ? -preguntó - Sí., contestado, y es de esperar, que serán de utilidad este año. El hechicero continuaba un momento para hablar mejor de su admiración por el animal, luego regresó a su casa.

Sin embargo, el propietario, después de llevar su vaca en el establo, cuenta de que tenía el pelo erizado y se negó a tomar alimentos. Rápidamente nos fuimos a ver a un viejo hombre tenía Ayent, dit-on, libros que se les enseñó el arte de conjurar los maleficios; libros que guardaba bajo llave en un tesoro escondido en el hueco de una caja de pino situado fuera de la Rhode Island. « Hâtez-vous de rentrer chez vous, dijo el anciano, tomar la cadena que se utiliza para atar la vaca, realizada el calor blanco, puis brûlez sous le ventre de l’animal des rameaux bénits et vous verrez que le mal disparaîtra bien vite. »

Hicimos lo que se prescribe. Pero para sorpresa de todos, llamas que provenían de las ramitas encendidas ni siquiera queman el pelo de la vaca y deja que haga parecer hay signos de malestar. Esta operación no se completó vimos salió del jeteuse. Ella parecía estar fuera de sí mismo y como torturado por un dolor secreto. « Espèce de bouchers que vous êtes, cria-t-elle, lo que la idea es que usted hace y sufre la pobre bestia? - Vamos a, Estaba respondió, nous voulons guérir notre vache par les bons remèdes. » La sorcière fut au supplice jusqu’à la fin. En effet, llama ardiente, la vaca no se sentía, llegado a la bruja y le hizo cruelmente expiar su maldición.

 

↑ a la parte superior